24.- EL NOVIAZGO DE NUESTROS HIJOS E HIJAS

Mediada la adolescencia, los chicos y las chicas suelen fijar su interés en el sexo opuesto. Hasta entonces convivieron en pandilla, salieron y se divirtieron en grupo. Ahora dan un paso más: la elección individual de una persona que les gusta.

¿Quién elige a quién?

Por suerte, en este terreno, han cambiado mucho las cosas; va un abismo de cómo se hacía en tiempos de nuestros abuelos y cómo se hace ahora. Ha cambiado radicalmente el móvil.

Antes, en la mayoría y en el mejor de los casos, sólo se buscaba una buena madre para los futuros hijos, a veces, un buen incremento de bienes con los que aportaba la esposa, que, muchas veces, no tenía arte ni parte en la elección de su esposo.
Ahora, salvo excepciones, la elección se fundamenta en el amor entre ambos y teniendo presente la dignidad tanto del varón como de la mujer. También hay que reconocer que debido en parte a la feliz emancipación de la mujer y en parte a la pérdida de algunos valores morales, se producen muchas separaciones y divorcios, con gran detrimento de la pretendida felicidad tanto de los esposos como de los hijos, cuando los hay, ya que éstos son los más perjudicados en esas rupturas.

Salen juntos
Para flirtear, para pasar el rato y divertirse, pero sin intención alguna de un compromiso posterior. Aunque los dos estén de acuerdo con esta forma de proceder corren el riesgo de banalizar sus vidas; mucho peor sería si sólo uno de los dos tuviera esa intención porque estaría engañando al otro..
Para conocerse mejor en toda la extensión del conocimiento mutuo. Obrando con delicadeza, sinceridad y generosidad, salir juntos es un ejercicio altamente positivo y enriquecedor: crisol de la voluntad y profundización en el amor, pasando de la esfera de lo físico al interior, a los valores, las ideas, la personalidad, los sentimientos, la religiosidad, etc.
Ponerse frente a frente, con toda sinceridad, produce la total aceptación de la persona, tal cual es y como imaginamos que era o como nos gustaría que fuese.; de esa aceptación surgida del naciente amor, nacerá un compromiso serio entre ambos.
También puede darse y de hecho se da que, por el conocimiento mutuo adquirido, ambos comprendan que no son la persona adecuada para el otro y ambos decidan separarse.

Tiempo de compromiso.
El compromiso entre un hombre y una mujer de unir sus vidas, de hacer una comunidad de fe, de vida y de amor, responde a la profunda vocación del ser humano a compartir lo mejor de sí mismo con un ser al que pueda amar y por el que pueda ser amado. Eso es, precisamente, la vocación a la vida matrimonial.
Hecho el compromiso, los novios caminan juntos con plena sinceridad, confianza y amistad. Es el tiempo más hermoso del noviazgo: se profundiza en el mutuo conocimiento, se planifica la futura vida en común, se intercambian ideas e ideales.

¿De que deben hablar los novios?
Tal vez parezca extraña esta pregunta, pero tiene su importancia, ya que no todo va a ser conversaciones para pasar el rato sino que deberán aprovechar el tiempo para explayarse sobre muchos temas, que serán los que constituyan su proyecto de vida matrimonial. Pueden ser éstos:
Sobre el amor: el matrimonio, la sexualidad, la fidelidad, la confianza.
Sobre los hijos: cuándo, cuántos, qué tipo de educación quieren darles.
Sobre la religión: qué importancia le damos en la vida personal y cuál le van a dar en la vida matrimonial y familiar, cómo van a vivir la fe, cómo la van a transmitir a sus hijos, la oración familiar.
Sobre el trabajo: Si trabaja uno o los dos fuera de casa, cómo compaginar las tareas caseras, cómo hacer para que los dos se realicen como personas dentro y fuera de casa.
Sobre la economía: qué tipo de economía van a llevar, la de bienes gananciales o la de separación de bienes, cómo van a administrar su dinero, conocimiento de ambos salarios e intervención de ambos en la toma de decisión para los gastos.
Sobre las diversiones: juntos y con los amigos de uno y del otro. Empleo del tiempo libre y del ocio para una mayor unión de los dos.
¿Cuál es el papel de los padres en toda esta etapa de sus hijos?
Dado el carácter limitado de estas reflexiones, dejo abierto el interrogante para que cada cual aporte su propia respuesta. Lo importante es la reflexión de cada uno.