Mi familia

sábado, 26 de enero de 2013

94.- PARA LLEGAR A LA ALIMENTACIÓN AUTÓNOMA


Convertir la situación de la comida en un momento de intercambio y de convivencia familiar, a través de la paulatina incorporación del niño a la “mesa de todos” contribuye de manera fundamental en la adquisición de un hábito alimenticio adecuado para los niños.
A lo largo de este período también iremos observando cambios muy importantes en la evolución del hábito alimenticio. Veremos cómo va apareciendo el deseo de tener autonomía en la comida y el aumento del vocabulario relacionado con la alimentación.
Por otro lado, el paso de alimentación triturada o semisólida, a sólida, es otro de los retos más arduos que nos plantea este período evolutivo, en algunos casos nos encontramos con algunos niños inapetentes, otros sobreprotegidos y caprichosos, etc.
En ocasiones la prisa y el poco tiempo disponible por parte de los padres, también es un factor importante para que se planteen problemas de alimentación en los niños.

A esta edad los niños ya son capaces de:
Ir comiendo alimentos semisólidos (tortilla, jamón cocido, croquetas, pescado cocido...).
Comenzar a comer con cuchara y, hacia la mitad del período, con tenedor.
Empezar a comer sin necesidad de “dar un espectáculo” en la mesa. Bartará con hablarle y contarle algo que capte su atención.
Comer aproximadamente un tercio de la ración de un adulto. Hay padres que ponen al niño una ración tan grande como la suya.
Tomar alimentos que contengan: Proteínas (carne, pescado, legumbres), hidratos de carbono (patatas, pasta, cereales, lácteos), grasas (embutidos suaves, mantequilla, aceite), vitaminas (frutas, verduras, hortalizas y huevos) y minerales (Legumbres, pescado, queso, agua...). Es importante que el niño consuma 1,25 l. de líquido al día, entre bebidas y alimentos.
Sentarse a la mesa con los demás, en una silla adecuada. 

Cómo actuar:
Para conseguir hábitos alimenticios correctos es preciso comenzar cuanto antes, teniendo en cuenta las siguientes orientaciones:
En esta edad, no conviene “obligar por la fuerza” al niño a comer todo lo servido. Así sólo se consigue disminuir su apetito e irritarle.
Aunque rechace muchos alimentos, si el niño se desarrolla adecuadamente, procurar no inquietarse ni compararlo con otros e ir introduciendo alimentos nuevos poco a poco.
Es importante tomárselo con calma y saber que en ocasiones los niños utilizan el “no comer” como medio para conseguir lo que quieren y/o para manifestar alguna insatisfacción. Por eso los padres y madres ante actitudes de rechazo deben explorar la causa del conflicto y en función de esta, actuar.

Algunos consejos prácticos:
Cuando el niño desee comer solo, recordar que los platos hondos con los bordes altos, son muy prácticos.
Ayudar a manejar la cuchara y el tenedor cuando el pequeño lo necesite, con una pequeña guía (cogiendo su mano).
Utilizar una cuchara algo mayor que la de postre con los bordes redondeados.
Dejar al niño que tome algunas comidas solo, aunque se le caiga, y que beba con vaso cuando el adulto lo considere oportuno.
Nombrar los alimentos que ingiere y hacer preguntas al niño para que se esfuerce en pronunciar el nombre de los mismos.
Aunque el primer día rechace el alimento sólido o semisólido, NO RENDIRNOS en el primer intento. Volver a ofrecérselo al día siguiente y así hasta que vaya acostumbrándose poco a poco.
Seguir un horario adecuado y regular para consolidar el hábito de comer.
Evitar alimentos entre las comidas.
Si ponemos poca comida en el plato, el niño pensará que acabarlo no le cuesta mucho y se lo comerá sin demasiada dificultad. Esto le dará seguridad, e incluso puede que le den ganas de pedir más.

 

1 comentario:

  1. Que lindo articulo! En casa siempre tratamos de estar al día con lo nuevo, para poder dar la mejor nutrición a nuestro bebé. Por eso les agradecemos el articulo y les recomiendo además que aqui también hay muchas novedades de alimentos para bebés: www.nutri-baby.com

    ResponderEliminar