Si comparamos el
comportamiento de un bebé humano en el momento de su nacimiento con el de los
otros mamíferos, observamos que el bebé humano lleva sobre un año de retraso;
esto quiere decir que el bebé humano logra, cuando tiene un año de vida, un
desarrollo similar al de los otros mamíferos a los pocos días del nacimiento.
Durante
el primer año de vida extrauterina, las necesidades básicas de los bebés,
comunicación, contacto, alimentación i limpieza son, en esencia, parecidas a
las que eran satisfechas con comodidad en el vientre materno.
Comunicación: El
bebé no puede comprender las palabras de su mamá pero éstas tienen el
mismo tono que las que oía cuando estaba en el vientre y le dan seguridad.
Sentirse seguro es sentirse protegido, sentirse a gusto. La comunicación, por
parte de la mamá, es consciente; pero, por parte del bebé, es inconsciente.
Jamás debe cansarse una mamá de hablar, cantar y sonreír a su bebé. A ambos les regala
un alto grado de felicidad. El bebé obtiene grandes beneficios, y también la
madre que guardará esos momentos en su corazón para toda la vida.
Contacto: Es una utopía
pretender que, en la sociedad actual, el bebé pueda estar permanentemente en
brazos de su madre. Lo sensato es alternar los brazos y la cuna, dando a cada
cual el tiempo que se crea oportuno. Sí habrá de tenerse en cuenta, por una
parte, la necesidad que el bebé tiene de sentirse sostenido, tocado, achuchado,
como lo estaba en el útero materno. Este contacto con otro cuerpo le permitirá
poner límites a su propio cuerpo.
Por
otra parte, será bueno recordar que el exceso de tiempo en brazos puede
convertir al bebé en un pequeño tirano al que le bastará con llorar para lograr
que su mamá le coja en brazos. Esto, al principio puede resultar agradable,
pero con el tiempo y la constante reiteración resulta un martirio que agota a
los padres quienes, tal vez, tengan que trabajar al día siguiente.
Poco
a poco, los intervalos se irán distanciando hasta llegar al ideal que debe ser
indicado por el pediatra. La alimentación con la leche materna tiene
todas las ventajas y ningún inconveniente; siempre que sea posible, la mamá
debe dar el pecho a su bebé, al menos durante los seis primeros meses.
Cuando
un bebé sufre carencia en una necesidad básica, crecerá reclamando siempre la
satisfacción de dicha necesidad.
Por
el contrario, cuando el bebé ha sido satisfecho en sus necesidades básicas
tendrá un desarrollo integral, seguridad, fortaleza y curiosidad para
explorar el mundo exterior.
Limpieza: Un bebé sano solamente llora si está sucio o tiene hambre. La limpieza del bebé es un cuidado, sumamente necesario, que deben prestar tanto el padre como la medre, ambos deben hacerse especialistas en cambiar pañales.
Tres
citas de Zilda Ams, que vienen como anillo al dedo:
“La
primera infancia es una etapa decisiva para la salud, la educación, la
consolidación de los valores culturales, el cultivo de la fe y la ciudadanía,
con profundas repercusiones a lo largo de la vida.”
“El
desarrollo empieza cuando el niño se encuentra aún en el vientre sagrado de su
madre. Los niños, cuando son bien cuidados, son semillas de paz y de esperanza”.
“El
cariño de la madre acariciando la cabeza del bebè mejora la conexión de las
neuronas”.
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