El desarrollo
depende siempre de la maduración del cerebro, del sistema nervioso y de otras
partes del cuerpo; se inicia siempre desde la cabeza hacia los pies; el primer
paso para aprender a caminar es controlar la cabeza y, en la última etapa,
sostenerse sobre sus pies.
Muchas
habilidades se incrementan a medida que aumenta el entendimiento general. El
entorno que rodee al bebé es un factor determinante. Pero estimular a un bebé no significa que alcance
prematuramente las diferentes etapas madurativas.
La estimulación
no consiste en presionar al bebé a que haga tal o cual cosa, sino en apoyarlo
en cada uno de sus logros, de manera tal que el bebé vaya madurando en un
contexto propicio, atractivo y estimulante, pero también afectivo, pues
lo que necesita un bebé es que se le ofrezca, incondicionalmente, seguridad y
cariño.
EL
BEBÉ RECIÉN NACIDO
El
bebé comienza a “comprender” al momento mismo de nacer. El primer día, ya
oye y está atento, al tercer día, reacciona cuando le hablan y mira con
atención. Al día 9, es probable que sus ojos sigan el sonido, a los 15 días
puede reconocer la voz de su mamá y a los 18 emite y vuelve la cabeza en
dirección a los sonidos que oye.
Posiciones
características del recién nacido:
El bebé vuelve la
cabeza hacia un lado preferentemente tanto si se lo coloca de espaldas como
boca abajo y encogerá brazos y piernas sobre su cuerpo.
Mantiene
sus manos cerradas gracias a su reflejo prensil, por lo que si se le ofrece un
dedo, se aferra a él con firmeza. Así mismo, un ruido repentino o un movimiento
brusco desencadenará un reflejo de alarma y abrirá su mano. Se comunica a través de llanto, mueve la
cabeza, la boca, saca la lengua y sacude su cuerpo.
PRIMER
MES
El bebe abre y
cierra su boca como si conversara. Su conducta será distinta según las voces
que oiga por lo que probablemente se tranquilizará si se le habla de forma
suave y se excitará si se le habla en tonos fuertes o bruscos. Lo mismo cabe
decir de la música, según sea suave o estrepitosa. Como posee poca
fuerza en los músculos de la nuca, su cabeza cae si no se la sostiene. Colocado
boca abajó, intentará levantar el mentón de la cama, pero solo lo logrará
algunos segundos. Lo mismo sucederá si se intenta sentar al bebé.
A LOS
TRES MESES
El bebé comienza
a comprender su propio cuerpo: mira y mueve sus dedos a voluntad. Responde a
los estímulos externos con una serie de movimientos del cuerpo, de la cabeza,
de la boca, sonrisas y ruiditos cuando se le habla.
El bebé ya puede
sostener la cabeza sin dificultades. Desaparecido el reflejo prensil, el bebé examina
sus manos abiertas. Hasta puede sostener unos instantes un
sonajero. Vuelve la cabeza cuando reconoce la voz.
Habitualmente responde con una sonrisa. Expresa satisfacción riendo, pateando y
agitando sus brazos. Los padres deben estimular sus sentidos del
tacto, la vista y oído mediante caricias, hablar en su presencia o con música
suave. Los juguetes de colores brillantes, con formas y
texturas variadas, le resultan muy atractivos y le permiten ejercitar la
manipulación.
Hace ruidos para
llamar la atención, se excita cuando oye que alguien se acerca y extiende sus
brazos para que lo alcen. Ríe frente a su imagen en el espejo y manifiesta
su timidez (e incluso miedo) frente a los extraños. Puede rechazar ciertas
comidas.
Puede sentarse apoyándose
por delante en sus brazos. Como los músculos del bebe se han fortalecido, ahora
puede apoyar gran parte de su peso en los antebrazos. La motricidad se ha desarrollado notablemente, el bebé no
solo puede tomar los objetos sino pasarlos de una mano a otra. Si tiene algo en
su mano, lo dejará caer para tomar otra cosa de su interés. El bebé responde
gestualmente: da palmas, acaricia, golpea. Puede buscar con el tacto, el rostro
de quien lo tiene en brazos, es su forma de demostrar interés Muchos bebés
inician una etapa en la que manifiestan un especial miedo a los extraños y se
aferran notablemente a su madre o la persona más cercana.
EL
BEBÉ DE UN AÑO
El bebé sabe dar
besos y expresa sus emociones de diversas maneras. Sabe levantar un juguete y
ofrecerlo a otra persona y luego soltarlo. Conoce y utiliza con sentido al
menos dos o tres palabras. También reconoce los objetos ilustrados en los
libros infantiles. Comienza a comprender preguntas simples. Puede gatear sobre manos y pies. Puede caminar
si se le lleva de la mano.
El
bebé incrementa su autonomía: come solo y lo hace derramando menos. Puede
cambiar de mano para llevar comida a la boca y disfruta arrojando cosas. Es
capaz de construir una torre de cubos.
Los padres deben
procurar: Estimular la imaginación y la comprensión del lenguaje mediante la
narración de pequeños cuentos, y/o frases cortas con palabras que ya conozca el
bebé.
Llamarle a corta
distancia para estimularle a caminar.
Proporcionarle
lápices de cera en colores para que haga garabatos en un papel.
EL JUEGO ES UNA EXCELENTE HERRAMIENTA PARA EL
APRENDIZAJE
Cuando
un bebé juega, está aprendiendo. El juego es necesario para desarrollar
plenamente sus sentidos: la vista, el oído, el tacto y el gusto. Los juguetes
didácticos son un buen recurso para proporcionar al bebé todos los estímulos
sensoriales y la seguridad que su crecimiento demanda. EL color es un estímulo
importante, lo brillante y estridente, los colores primarios serán
particularmente interesante para el bebé.
Los juguetes con
sonidos, cajas de música, objetos de percusión, sonajeros, conforman también un
repertorio muy estimulante para el bebé. Los juguetes que combinan el estimulo
sonoro y táctil ayudan al bebé a construir las categorías mentales de
causalidad. Los juguetes especialmente diseñados para apilar y encajar,
contribuyen a que el bebe construya la noción de espacio y estimularán además
su destreza y su motricidad.
Tanto
el padre como la madre deben aprovechar todas las ocasiones que se les
presenten para hablar y jugar con su bebé. Éste no entiende las palabras, pero
sí percibe el amor del que las pronuncia. Los besos, las caricias y las
palabras de los padres son el mejor alimento psicológico del bebé.
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