Utilización de juguetes
musicales.
Hablar al niño en todo
momento y sobre todo de forma específica, mientras se le alimenta, en las horas
de juego, durante el baño.
Hablar al niño utilizando
cambios de voz y de tono, repitiendo sonidos familiares para el niño (Rin,
rin...piii, piiii, etc.).
Seguimiento y localización de
la fuente de sonido, incitándole a que dirija la mirada hacia el sonajero,
campanillas u otros objetos que hacemos sonar cerca de él).
Estimulación vocal:
Responder a los intentos
comunicativos del niño, hablándole, ya desde los primeros días de vida.
Gratificar al niño mediante
sonrisas, gestos, etc., en cuanto emita algún sonido o cuando comience a
balbucear.
Al final del primer año debe
intentar las vocalizaciones, repitiendo los sonidos emitidos por el adulto.
Favorecer la comprensión de
palabras familiares: papá, mamá.
Describir verbalmente, y de
forma sencilla, las cosas que hacemos nosotros y las que hace él.
Jugar a realizar movimientos
con la boca, la lengua, a soplar, a fruncir los labios, dar besitos...
Responder a órdenes sencillas
cuando se lo indicamos “toma”, “dame”, “mira”, “ven”, “peinate”, y órdenes con
objeto “dame la muñeca” “dásela a papa”, “límpiate la boca”.
Cómo estimular el lenguaje :
Con la aparición de primeras
palabras llega un momento clave para la estimulación del lenguaje.
Los padres pueden:
Favorecer la
intercomunicación aprovechando los momentos de juego, alimentación, baño...
Aprovechar las palabras que
el niño va incorporando a su lenguaje, utilizándolas en distintos contextos y
gratificándolas siempre.
Describir verbalmente y, de
forma sencilla, las cosas que hacemos nosotros y las que hace él.
Jugar a realizar movimientos
con la boca, la lengua, a soplar, a fruncir los labios, dar besitos...
No
olvidemos que a hablar se aprende hablando. Hable con su hijo.
Socialización
Favorecer la capacidad para
recibir información del exterior, interactuando correctamente y respondiendo a
los estímulos del ambiente.
Plantearemos al niño juegos
de intercambio en los que él vaya participando cada vez de forma más activa.
Estimular los intercambios
afectivos por medio de sensaciones placenteras.
Favorecer la sonrisa social,
poniéndonos frente al niño, hablándole y haciendo diferentes gestos que llaman
su atención. (Juegos de cu-cu y similares).
Proponerle juegos de
esconderse, tapándonos con un pañuelo o tapando su cara, de forma que el niño
vea dónde nos hemos escondido, y mediante llamadas de atención pedirle que nos
busque y/o nos descubra, manifestando distintas expresiones de sorpresa y alegría.
Responder cuando le llamamos
por su nombre; cuando le llamamos desde lejos, que dirija la mirada o se gire
hacia nosotros...
Utilizar pelotas blandas o
globos para llamarles la atención, desarrollar la interacción, provocar el
intercambio, etc.
Nombrarle a distintas
personas de su entorno para que las reconozca.
Juegos de imitación de gestos
tanto con la cara como con todo el cuerpo; posteriormente pasaremos a canciones
acompañadas de gestos.
Pedirle que de besos y
abrazos cuando saluda o despide a sus familiares.
Hacerle cosquillas, caricias,
pequeños masajes, etc. que favorezcan el contacto físico y la interacción.
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