"Se distrae mucho en clase", "no atiende cuando se le habla", "es muy despistado". Muchas de estas frases son pronunciadas de manera habitual por los docentes al describir el comportamiento de algunos alumnos en clase. Pero se resumen en un único concepto: falta de atención.
Esta capacidad, básica para desarrollar la mayoría de las tareas escolares, se puede reforzar y ejercitar por medio de juegos y actividades atractivas para los niños.
Los
problemas de atención
tienen
una relación directa con el fracaso académico. La falta de atención
frena el aprendizaje. Cuando esto ocurre desde la etapa preescolar,
es probable que afecte al rendimiento en ciclos educativos
posteriores.
Si
hay algo relacionado con los niños que a padres y profesores a veces
les parece una misión imposible es lograr que mantengan
la atención y
que no se distraigan mientras les dan una explicación en la escuela
o les cuentan algo en casa. Hay niños que, por naturaleza, tienen
una mejor atención y se distraen o se despistan menos, mientras que
para otros concentrarse les resulta realmente complicado.
En
este caso, en lugar de enfadarse con el niño y crearle ansiedad al
respecto, los adultos pueden intervenir y potenciar la capacidad de
atención mediante actividades en forma de juegos que enseñen a los
niños a mejorar su atención. No hay que facilitar la tarea, sino
ayudar sólo cuando sea necesario y no marcar los errores. El mismo
niño debe ser quien los descubra.
Algunas de estas actividades:
Hacer puzles: Es divertido, además de mejorar su atención va a trabajar la integración visual y la capacidad de atención.Debemos elegirlos adecuados a su edad y que sean del gusto del niño, para motivarle a realizarlos, y compartir la tarea con él, pero sin ser nosotros quienes lo completemos, por lo que debemos tener paciencia y dar tiempo al niño para encontrar las piezas, motivándole a completar el puzzle.
El juego de las diferencias: Podemos realizar esta actividad tanto sobre el papel como en el ordenador, donde vamos a encontrar muchos juegos de este tipo, permitiendo al niño mejorar su capacidad de concentración, atención y su agudeza visual.
El
rotulador de color: Otro
ejercicio que aumenta su atención consiste en proporcionar al niño
un rotulador
de color y
una hoja impresa, de la que se elige una letra. El juego consiste en
tachar en color todas las letras como la elegida que encuentre
en el texto.
Las
sopas de letras, es
un ejercicio muy bueno para mejorar la atención y la concentración,
siempre que resulten atractivos para el niño.
[1] Este
tema es válido a partir de los 3 años. Hay que tener en cuenta la
edad del niño para elegir una u otra actividad.
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