Mi familia

viernes, 1 de febrero de 2013

100.- DIEZ PAUTAS PARA EDUCAR MEJOR

Educar bien a sus hijos es el mayor deseo de todos los padres. Les ofrezco esta pequeña ayuda para que puedan lograrlo:

1. Relaciones establecidas sobre el afecto, la claridad y la firmeza en el trato:

¡¡¡ Querer no significa sobreproteger ni sobreexigir!!!

El trato afectuoso natural entre padres e hijos necesita actitudes claras y firmes por parte del adulto, para conseguir las conductas más adecuadas por parte de los hijos. Aunque le sea molesta, el niño necesita la autoridad de los padres para tener una referencia de lo que debe hacer; referencia muy válida, pues proviene de quienes más le quieren.

Alabar y corregir adecuadamente es la base fundamental de una educación y relación equilibradas y la única manera de conseguir autoridad y respeto.
2. Comunicación:
¡¡¡ Si quieres que te hable, háblale!!!

Dedicar cada día un buen rato a la conversación y al juego con el hijo es uno de los criterios más importantes para conocerle mejor, crear un ambiente en el que se establezcan lazos afectivos cada vez más fuertes y conseguir que se sienta seguro y feliz a vuestro lado.

3. Exigencias proporcionadas a la edad del niño:

¡¡¡ Las responsabilidades crecen a la vez que el niño!!!

Sería inútil pensar que un niño de corta edad puede comportarse como un adulto. Si el niño no es capaz de entender lo que se le pide que haga, podríamos caer en una desobediencia continua y en una sensación de fracaso que en nada ayudaría a una correcta educación.

4. Igualdad de responsabilidad y de implicación del padre y de la madre en la educación:

¡¡¡ Lo bien repartido...!!!

Tanto el padre como la madre tienen la misma importancia en la educación del niño, por lo que no ha de recaer esta responsabilidad más en uno que en otro. La falta de tiempo no puede ser una disculpa. “La calidad no depende de la cantidad”.

5. Unidad de criterios de actuación en la pareja:

¡¡¡ Si uno le dice “no”, el otro no puede decirle “si”!!!

El padre y la madre deben ponerse de acuerdo en cuándo se le debe corregir y cuándo se le debe premiar, y también en cómo han de hacerlo. Si no hay unidad de criterios, el niño nunca sabrá lo que debe o no debe hacer, y ellos perderán autoridad y respeto.

6. Ofrecer modelos adecuados de conducta:

¡¡¡ Los niños aprenden lo que ven!!!

Todo aquello que queremos que el niño aprenda, ha de verlo previamente en los padres. No se puede pedir, por ejemplo que no grite, gritándole; que no pegue, pegándole; que rece sus oraciones, si no ve rezar a sus padres  etc.

7. Implicación de la familia extensa en la educación de los niños:

¡¡¡ Porque la familia extensa también educa!!!

Si los padres quieren conseguir un objetivo con su hijo, y el resto de la familia, abuelos, tíos y demás parientes, hacen todo lo contrario, se creará en el niño un conflicto a la hora de decidir lo que es correcto; el niño siempre  preferirá lo que le sea más fácil o agradable que no tiene por qué ser lo mejor.

8. Convertirnos en sus compañeros de juego

¡¡¡ Aprender jugando es más divertido!!!

Le daremos la oportunidad de explorar, de manipular, de descubrir nuevas experiencias, de conocer los posibles riesgos y evitarlos..., etc. cediendo poco a poco el terreno a su propia iniciativa. Sabiendo los padres que están ante su hijo, aprovecharán la ocasión para ofrecerle los mejores ejemplos en todas las facetas del juego.

9. Favorecer su autonomía

¡¡¡ Dejémosle crecer!!!

Enseñándole pequeños hábitos y habilidades que le permitan ser cada vez más capaz de actuar de forma autónoma en la comida, la higiene, las conductas..., etc.

10. Facilitar su sociabilidad

¡¡¡Entre iguales el niño se siente contento!!!

Es importante darles la oportunidad de conectar con otros niños y niñas de su edad, para favorecer su desarrollo social y un mayor conocimiento de sus propias posibilidades. Celebrar el cumpleaños invitando a los amigos del colegio o del equipo de juego. Pequeñas excursiones familiares, etc.

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