La lectura orienta y
estructura el pensamiento. Leer es comprender, interpretar y relacionar un
texto y es más eficaz si se lo relaciona con otros conocimientos y experiencias
anteriores.
Para
los niños en la escuela primaria, la lectura comienza como una aventura ya sea
de fantasía o realidad, que se vuelve más significativa cuando se la integra
con vivencias personales. Cuando los niños leen, no sólo aumentan su
vocabulario, sino que son capaces de sacar conclusiones, hacer predicciones,
dar opiniones, hacer comparaciones, y más estrategias de aprendizaje.
La lectura es necesaria: "[...] para alcanzar los propios
objetivos, desarrollar el conocimiento y potencial personal, y participar en la
sociedad".
Esta
frase procura abarcar todas las situaciones en las que la competencia lectora
es partícipe, desde el ámbito privado al público, desde el ámbito educativo
hasta el laboral, desde la educación formal hasta el aprendizaje permanente y
hasta la ciudadanía activa.
Enuncia
de forma clara y concisa, que la
competencia lectora permite el desarrollo de los objetivos personales, desde
aquellos que están prefijados, como la
obtención de un título o un puesto de trabajo, hasta los menos inmediatos, pero
que de la misma manera, engrandecen tanto la formación como el desarrollo de
todos y cada uno de los individuos.
Siguiendo
con el análisis de esta frase, cabría resaltar la intención y el sentido
implícito del verbo "participar". Éste da a entender, que dicha
competencia lectora ofrece a los individuos la oportunidad de formar parte
activa de la sociedad y así poder dar respuesta a sus necesidades.
La lectura es una de las actividades más
netamente humanas.
La
lectura es una fuente inmensa de placer y es la clave del aprendizaje escolar.
No existe otra actividad más productiva para el alumno. La lectura es una
herramienta básica para el desarrollo de la personalidad, así como instrumento
para la socialización y el éxito escolar.
Sin embargo el desarrollo de la competencia lectora no es tarea
fácil, en ella intervienen factores de todo tipo: cognitivos, sensoriales,
motrices, emotivos, sociales… que han de conjugarse necesariamente para
lograrlo. Además, el proceso de enseñanza-aprendizaje requiere una gran
implicación y responsabilidad de los padres.
Razones acerca de la importancia de la
lectura:
La
lectura permite potenciar la capacidad
de observación, de atención y de concentración, así como ayuda al desarrollo y
perfeccionamiento del lenguaje, favorece la fluidez de éste, aumenta el
vocabulario y mejora la ortografía, ayuda
a manifestar los sentimientos y pensamientos, permite estimular la
curiosidad sobre el ámbito científico e intelectual incrementando a su vez la
capacidad de juicio, de análisis, así como de espíritu crítico, haciendo que el
niño lector pronto empiece a plantearse porqués, sin olvidar que la lectura
también es una afición placentera a cultivar en el tiempo libre.
Un error
Hay familias que no dan a la lectura la importancia que tiene.
Los niños tienen su rutina de lectura en la escuela, pero si ésta no es apoyada
en la casa, el niño no va a dar a la lectura el valor real que tiene como el
medio esencial para su éxito escolar.
No hay excusa para no leer en casa, pues además de cumplir con
esta valiosa estrategia de aprendizaje, es una oportunidad para que los padres
disfruten de una experiencia muy enriquecedora viendo cómo adelantan sus hijos.
Una
vez más, recurro a la importancia del
ejemplo de los padres.
Es
muy difícil que un niño se aficione a la lectura si nunca ve leer a sus padres.
En esto, como en tantas otras cosas, el ejemplo es fundamental.
¿Quieres que tu hijo lea? Procura que te vea leer. A partir de ahí,
podrás inculcarle el valor de la lectura, acompañarle en los primeros pasos y
disfrutar con él de los éxitos obtenidos.
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