Familia
y Educación son dos conceptos de máxima
trascendencia, como todo lo que atañe a los hijos. Dos conceptos ampliamente
discutidos en la sociedad por la importancia que tienen cada uno por separado y
también en su conjunto.
A
partir de los 3-4 años del niño empiezan los padres a pensar en su educación.
Quiero dedicar varias reflexiones a estos dos temas. Empiezo hoy con Tipos de
Familia al mismo tiempo que enlazo con otras reflexiones sobre este tema.
Tipos
de familia
La familia
extensa era, tradicionalmente, el modelo habitual de
familia; en ella convivían varias generaciones: abuelos, hijos, nietos,
hermanos, tíos, primos, etc. Entre todos tejían una tupida red educativa.
Diferentes factores económicos, sociales y
culturales, casi han hecho desaparecer este tipo de familia.
En la actualidad, los más frecuentes son:
La familia nuclear formada por padres e
hijos. Es la más generalizada y la que mejor puede cumplir su misión educadora.
La familia monoparental, formada
por un solo progenitor, madre soltera, padre o madre separados o divorciados
con hijo o hijos a su cargo. En esta familia siempre se notará la carencia del
progenitor que falta, pero el que está presente debe hacer todo lo que esté en
su mano para suplir esa carencia. Muchas y muchos lo están consiguiendo con
gran esfuerzo, generosidad y olvido de sí mismos.
La familia reconstituida, en
la que el padre, la madre o ambos proceden de un núcleo familiar anterior.
Pueden convivir hijos de la pareja actual con los de la anterior o anteriores.
La mayor dificultad de estas familias suele provenir de los hijos anteriores,
sobre todo, si son adolescentes. La convivencia de un adulto con hijos
adolescentes que no son suyos y de los adolescentes entre sí suele llevar, con
frecuencia, al fracaso de la relación familiar.
La familia adoptiva, en
la que personas o familias deciden adoptar un niño, teniendo o no sus propios
hijos biológicos. Es un rasgo de gran generosidad adoptar (por supuesto,
legalmente) un niño y darle una familia. Para que salga bien, debe haberse
hecho por el mayor bien del niño, y no exclusivamente para saciar la necesidad
de ser madre o padre.
Cada
tipo de familia tiene sus posibilidades y sus dificultades.
Los tipos de familia más frecuentes en la
actualidad presentan posibilidades y dificultades muy diferentes. Sin duda, un
niño no se siente igual en las diversas situaciones, pero, ahí justamente está
la labor de todos.
Cada familia debe aprovechar los recursos,
suplir las deficiencias y conseguir resolver, de la mejor forma posible, las
dificultades inherentes a la buena educación de
los hijos. Los niños necesitan tener a su disposición
muchos recursos: afectivos, educativos, sociales, económicos.
Los niños, además de tener cubiertas sus
necesidades físicas, necesitan el cariño, la atención y el tiempo de los padres.
La familia tiene que ser la primera proveedora
de esos recursos, aunque algunas de esas responsabilidades pueden delegarlas, o
pueden ser suplidas por otras personas e instituciones.
No se puede olvidar que la familia es la
responsable y la que ostenta el derecho a educar, todos los demás lo tienen por
delegación y a los padres compete la vigilancia para ver si se cumple o no con
el encargo delegado.
El cuidado, la atención, el afecto, pueden ser
compartidos con la familia extensa, o los cuidadores. Las necesidades
educativas con la escuela o con diferentes organizaciones de apoyo. El Estado
puede y debe proporcionar ayudas económicas y sanitarias.
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