Tercera entrega de valores familiares:
EL SER
Los
miembros de la familia se valoran por lo que SON, no por lo que
tienen. Vivimos en una sociedad en la que para muchos el valor
fundamental es el TENER y, en consecuencia, valoran a las personas
más por lo que tienen que por lo que son.
En
el ámbito familiar, los padres deben resaltar el valor de la persona
y su dignidad; resaltar el ser frente al tener. En su tarea educativa
diaria, presentar a sus hijos el valor del ser y expresarlo tanto con
sus palabras y juicios como con sus ejemplos.
La
mejor inversión es la hecha en la formación intelectual de los
hijos y en su educación en los valores que los hagan más y mejores
personas.
Siempre
he pensado que la mejor herencia que se puede dejar a los hijos es un
buen bagaje de valores positivos. Estos valores son la verdadera
riqueza de las personas, los que expresan lo que realmente son y cuya
conservación y aumento depende de uno mismo y no de los avatares de
la sociedad. Así la familia es formadora de personas.
No
sucede lo mismo con los valores económicos que, por depender de
variables que el individuo no puede controlar (la bolsa, el clima,
las decisiones de los gobiernos, la economía global, etc.) lo mismo
suben que bajan, van bien o mal, ganan o pierden.
Frase
para meditar: No es verdad aquello de “tanto
tienes, tanto vales”; mejor sería decir: “tanto eres,
tanto vales”.
SOLIDARIDAD
En
esta sociedad tan egoísta y agresiva las personas tendemos a
refugiarnos en el individualismo como sistema de defensa.
La
familia está entre el individuo, al que debe educar y defender, y la
sociedad en la que está integrada y con la que debe ser solidaria.
La
mejor manera de obtener ambos cometidos es destacar ante los hijos el
sentido solidario de la existencia humana, que los problemas y
necesidades de los demás son nuestros problemas y necesidades.
La
familia solidaria se abre a los demás, se comunica con ellos,
comparte con ellos lo que es (su escala de valores) y lo que tiene
(amistad, tiempo, conocimientos y bienes).
Cuando
toda la familia participa en acciones sensibles hacia las necesidades
de los demás (paro, hambre, injusticias, marginación, violencia,
etc.), está poniendo en valor la solidaridad y, como consecuencia,
haciendo que los hijos se eduquen en ese valor.
Frase
para recordar: “El mayor logro de una persona es
aliviar el peso de sus semejantes”.
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