Mi familia

miércoles, 23 de enero de 2019

148.- PERTENENCIA Y RESPONSABILIDAD (VP III)


Tercera entrega de los valores personales:
PERTENENCIA: Es la satisfacción de una persona por sentirse integrante de un grupo. Es un tipo de amor y respeto, cuidado y servicio, hacia aquello que reconocemos importante para nuestra identidad y arraigo.
La pertenencia está relacionada con la identidad (¿quién soy? ¿de dónde vengo?) y con la autoestima (me siento orgulloso de quién soy y de dónde vengo), con la seguridad y la aceptación de sí mismo.
La pertenencia supone el desarrollo por el individuo de una actitud consciente respecto a otras personas, a las que considera sus pares, en las que se ve reflejado por identificarse con sus valores, creencias o costumbres.
La identificación con los valores de una familia o de un grupo es la que genera la pertenencia.

La familia da identidad al darnos los apellidos que nos conectan con las raíces familiares, con la historia de nuestros padres, abuelos y antepasados, con los lugares donde vivieron y los trabajos que desempeñaron.
La pertenencia hace que, entre los miembros de la familia o del grupo, puedan surgir la generosidad, la empatía y la reciprocidad.
La familia gana cuando todos y cada uno de sus miembros se sienten “en su casa”. Padres, hijos y abuelos contribuyen al proyecto común, nadie es anulado.
Sentirse “de casa” es asumir todos las alegrías y las penas de cada uno; es asumir que, incluso las peleas, no serán motivo de separación sino de futura reconciliación.

La frase: Sentido de pertenencia significa amar el sitio en el que vivimos y nos realizamos”.

RESPONSABILIDAD:
¿Qué es la responsabilidad?
Entre las diversas acepciones tomamos la de
"valor que permite a las personas reconocer y asumir las consecuencias de sus actos".
El ser humano tiene libertad de elección en cada uno de sus actos: hacer o no hacer; hacerlo bien o hacerlo mal. Todo acto libre produce unas consecuencias, ser responsable es asumir esas consecuencias. Así entendida, la responsabilidad es el complemento necesario de la libertad.

Aprendizaje de la responsabilidad
La responsabilidad se enseña desde la infancia. Tanto en la familia como en el colegio, se busca educar en valores. Una de las frases que todos los niños y adolescentes (ellos y ellas) han escuchado es “tienes que ser responsable”.
En cada etapa de su vida, ellos y ellas deben aprender los valores e incorporarlos a su personalidad.

Beneficios de ser responsables
A) El primer beneficio que obtiene cada adolescente y adulto es poder definir la dirección de su propia vida, los objetivos y metas a conseguir y el camino a emplear.
B) El que es responsable adquiere, día a día, mayor confianza en sí mismo y en su toma de decisiones.
C) El que es responsable tiene mayor facilidad para la práctica de los valores, sean éstos personales, familiares, cívicos o religiosos.
D) El que es responsable se gana la confianza de los padres, educadores amigos y conocidos. A todos nos gusta y nos da seguridad rodearnos de personas responsables.

Responsabilidad y culpabilidad
Son dos cosas muy distintas. Con frecuencia nos sentirnos responsables de algo y, al mismo tiempo, sentimos que “no es culpa nuestra”. Sólo somos responsables de las decisiones, resultados o situaciones que podemos controlar. Si, pudiendo controlarlas, no lo hacemos, es natural que nos sintamos culpables.
La misma regla hay que aplicar cuando se trata de culpabilizar a otra persona. Antes hay que preguntarse si obró de forma intencionada o no, si hizo todo lo que pudo o no para cumplir con su responsabilidad.

Frase para meditar: “Cuando un hombre señala a otro con el dedo debe recordar que cuatro de sus dedos le apuntan a él”.

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