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lunes, 16 de marzo de 2020

161.- EL PERDÓN COMO VALOR PSICOLÓGICO Y HUMANO






ÍNDICE
Introducción
 EL PERDÓN COMO VALOR  PSICOLÓGICO Y HUMANO 
1.- ¿Qué es el perdón?
2.- Etapas del proceso de perdonar
3.- Beneficios del perdón.
4.- ¿Qué no es el perdón?
5.- Etapas del proceso de pedir perdón
6.- IMPORTANCIA DE PERDONARSE A SÍ MISMO
6.1.- ¿Qué es perdonarse a sí mismo?
6.2.- La dificultad de perdonarse a sí mismo
6.3.- ¿Cómo me perdono a mí mismo?


INTRODUCCIÓN
Sobre el perdón se puede hablar o escribir desde diversos ángulos: religioso, político, jurídico, del Estado con los ciudadanos y de éstos entre sí.
En algún momento de nuestra vida, todos hemos ofendido a alguien o hemos sido ofendidos por alguien. Ofendemos por muy diversos motivos que cristalizan en un sentimiento de ira contra el que consideramos nuestro enemigo; esta ira se transforma en un sentimiento de odio que aprisiona y destruye al ofendido en una larga cadena de dolor.
Es difícil considerar al que nos ha ofendido como la víctima de su propio odio, e igualmente difícil es aceptar que nuestro deseo de venganza proceda de nuestro odio, el mismo sentimiento que tuvo nuestro agresor.
Los sentimientos más comunes son la venganza, el ojo por ojo o tomarse la justicia por la propia mano. Estos sentimientos pueden estar presentes durante años, impidiendo que se cierre la herida y haciendo que la vida pierda alegría y el ofendido se vuelva hostil y amargado.
Para curar la herida y recuperar la paz es imprescindible abandonar los pensamientos voluntarios de venganza.
¿Quiere esto decir que no podamos sentir una profunda aversión y repulsa hacia la injusticia, la crueldad y la opresión? Claro que no; pero, una cosa es la ofensa y otra el ofensor; es imprescindible que no sucumbamos al odio y a la venganza hacia el mismo..
Aferrarse en ellos y contemplar reiteradamente las propias heridas, produce un efecto desastroso en el bienestar físico y psicológico que destruye la paz y la felicidad.
La elección es personal. El dolor y la decepción son inevitables, pero no deben controlar nuestras vidas. El perdón es la mejor forma de acabar con el propio sufrimiento.
EL PERDÓN COMO VALOR PSICOLÓGICO Y HUMANO
1.-¿QUÉ ES EL PERDÓN?
El perdón es disculpar a otro por una acción considerada como ofensa.
Perdonar es una conducta libremente elegida, un compromiso de evitar las conductas voluntarias destructivas dirigidas contra el ofensor e incluir conductas positivas.
El perdón no se ejerce en un único acto, en un momento dado, sino que es un proceso con diversas etapas.
2.-Etapas del proceso de perdonar
1ª.- El ofendido reconoce la ofensa sufrida.
Alguien ha ofendido a otro y éste, al conocer la ofensa, siente ira, odio y deseo de venganza hacia el ofensor. El reconocimiento de la ofensa por parte el ofendido debe ser lo más objetivo posible, de modo que le permita el distanciamiento emocional y le capacite para entender las motivaciones y circunstancias del ofensor.
2ª.- El ofendido elige la opción de perdonar.
La influencia de los valores personales influyen en el ofendido para disminuir el deseo o urgencia de venganza y abandonar toda conducta destructiva.
Por otra parte sabe que, si no perona, se coloca en una situación permanente de sufrimiento.
3ª.- El ofendido acepta y se compromete.
Acepta: Siente el sufrimiento, la ira y el deseo de venganza y cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que surja asociado al daño recibido. La aceptación lleva al cambio; pero, su objetivo no es la extinción del sufrimiento, sino el compromiso.
Se compromete: A actuar en conformidad con los valores y beneficios del perdón.
Intentar cambiar los sentimientos negativos hacia el ofensor, tratando de entender su sufrimiento, dolor o ignorancia que le llevaron a herir.
El proceso del perdón no implica abandonar la búsqueda de la justicia, ni la defensa de los justos derechos, ni la reconciliación obligatoria.
Perdonar y pedir perdón son opciones personales que no necesitan la colaboración de la otra persona, otra cosa es la reconciliación en la que el ofendido y el ofensor deben actuar conjuntamente.
4ª.- El ofendido elige el perdón como protección propia.
Perdonar es tomar la resolución de acabar con el propio sufrimiento, fijando los límites que sean necesarios para que la ofensa no vuelva a repetirse. Es un proceso profundo del corazón, que puede ser largo y difícil, tanto cuando se trata de perdonar a otros como a sí mismo; pero, es un proceso que libera del odio y del deseo de venganza y, al mismo tiempo, capacita para seguir amando y vivir en paz consigo mismo.
5ª.- El ofendido expresa explítamente su perdón.
Esta acción explícita no es el final del proceso de perdón, sino la manifestación externa del mismo. Si fuese necesario habría que repetir todo el proceso, ya que el ofendido no está libre de que le aparezcan de nuevo los pensamientos, emociones, sensaciones y sentimientos asociados a la ofensa.
3.-Beneficios del perdón
En psicología, el perdón es asociado con el bienestar, la salud física y las buenas relaciones interpersonales.
El perdón hace que disminuya la ansiedad y el estrés, tiene efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular, aumenta la satisfacción y es fuente de emociones positivas que incrementan la felicidad.
4.- ¿QUE NO ES PERDÓN?:
 El perdón no es olvido de la ofensa. El olvido es un proceso involuntario que se dará, o no, con el tiempo. Recordar la ofensa es un proceso automático ante estímulos que se pueden presentar en cualquier sitio y momento y que producen sentimientos que no se pueden modificar voluntariamente; las respuestas dadas ante esos sentimientos sí serán voluntarias.
2º El perdón no supone justificar la ofensa recibida, cuya valoración será siempre negativa.
3º El perdón no significa que el ofensor no sufra las consecuencias de su acto. La reconciliación precisa que el ofensor realice una restitución del daño que ha causado, si es posible, o cumpla la pena que la sociedad le imponga. Perdonar no es permitir que el ofensor vuelva a repetir la ofensa. Por ejemplo: Si un esposo o esposa continúa perdonando a su cónyuge sus frecuentes transgresiones, es probable que los malos tratos, transgresiones o comportamientos indeseados continúen y hasta empeoren debido a que no hayconsecuencias de sus actos.
5.- ETAPAS DEL PROCESO DE PEDIR PERDÓN
Ofensor y ofendido están enfrentados. Cuanto más cercano sea el ofensor o más grande sea la ofensa, más difícil será que el ofendido perdone.
La tendencia natural de los seres humanos es marcar distancia en tales situaciones. Es un acto de supervivencia emocional, no obstante, muchos ofendidos, en aras de valores personales más altos opersiguiendo su propia tranquilidad y protección, han logrado perdonar y gozan de los muchos beneficios del perdón.
Mucho más fácil es que el ofensor pida perdón, rectifique y desista de su conducta ofensiva.
Para pedir realmente perdón tiene que haber un arrepentimiento que incluye un dolor por el sufrimiento causado que no puede quedar solamente en palabras, sino que ha de concretarse en acciones que permitan que la ofensa no vuelva a ocurrir y que restituyan el mal realizado.
Pedir perdón es un proceso que tiene sus propios componentes:
1º El ofensor reconoce que hizo daño al ofendido.
No siempre el ofensor es plenamente consciente del daño causado y del sufrimiento de su víctima. El hecho de reconocerlo supone un acercamiento y una comunicación, que no debe emplearse para evitar las consecuencias de su ofensa.
Si el acercamiento y la comunicación son correctos habrá empatía entre ambos, y uno y otro podrán manifestarse plenamente.
 El ofensor debe sentir, de verdad, el dolor del ofendido.
Solamente lo conseguirá si se pone en su lugar y se acerca a sus sentimientos.
3º El ofensor debe analizar su conducta. Debe saber por qué y cómo hizo lo que hizo. Para avanzar en el proceso de pedir perdón y llegar a la reconciliación, deberá compartir sus hallazgos con el ofendido.
No se trata de buscar excusas, ninguna de ellas sería aceptable para el ofendido, ni de quitarse la culpa y echársela a otra persona, sino de encontrar una base sólida para el siguiente componente.
4º El ofensor debe definir un plan para que no vuelva a suceder. No se trata de buenas intenciones, sino de acciones concretas y en tiempos concretos que mejoren y hagan desaparecer las propias debilidades.
5º El ofensor debe pedir perdón explícitamente al ofendido. Todas las etapas anteriores deben ser compartidas con el ofendido para que la petición de perdón sea explícita. No son palabras que se lleva el viento sino que encierran un plan y un compromiso.
6º El ofensor debe restituir el daño causado. Según el tipo de ofensa, no siempre será posible; pero, cuando lo sea, la restitución es garantía de sinceridad en la petición de perdón. No es de recibo pedir perdón y quedarse con las ventajas que se han obtenido con la ofensa.
6.- IMPORTANCIA DE PERDONARSE A SÍ MISMO
6.1.-¿Qué es perdonarse a sí mismo? Es un proceso de análisis profundo de las acciones y decisiones erróneas de nuestro pasado que, a pesar del tiempo transcurrido, nos siguen haciendo sufrir.
El pasado siempre nos acompaña y hemos de aprender a convivir con él, sea el que sea.
6.2.- La dificultad de perdonarse a sí mismo. Todos hemos cometido errores y tomado decisiones equivocadas, tal vez, con consecuencias irreparables.
El pasado es el que es, no lo podemos cambiar; pero, sí debemos afrontarlo sin convertirnos en su víctima, sin permitir que nos siga esclavizando y haciendo sufrir.
El único camino para que nuestro pasado no nos haga sufrir es perdonarnos a nosotros mismos.
¿Por qué se nos hace tan difícil perdonarnos a nosotros mismos? Porque nuestro presente nos recuerda permanentemente que muchos de nuestros problemas actuales son consecuencia de las acciones o decisiones erróneas del pasado.
6.3.- ¿Cómo me perdono a mí mismo?
Todo perdón requiere un proceso, también perdonarte a tí mismo; reflexiona sobre estos pasos
1º.- Tú no eres una escepción. Todos los seres humanos arrastramos nuestras equivocaciones y errores del pasado. Seguramente ahora no repetirías esas conductas.
2º.- Acepta tus errores. Hagas lo que hagas, tu pasado no cambiará; eres tú el que debe cambiar. Tu cambio consistirá en perdonarte a tí mismo, si has ofendido a alguien pedirle perdón y aceptar las consecuencias de tus errores.
3º.- Tras la aceptación, analiza los sentimientos y pensamientos que ocupan tu mente;obsérvalos, entiéndelos y acéptalos. El sentimiento de culpa te hace sufrir y te resistes a aceptarlo; quisieras que desapareciese en un instante, pero es imposible; causar el daño fue cosa de un momento, curarte de las consecuencias requiere tiempo y voluntad.
Anclarte en el reproche te amargará la vida y te impedirá pedirte perdón por lo negativo que trajiste a tu vida con tus decisiones erróneas y trata de compensarte. Perdonarte es liberarte.
4º.- Comprométete a perdonarte a ti mismo. No te lamentes tanto y actúa; asume la responsabilidad de tu vida y de tu error. No te victimices. Todos los seres humanos pasamos por circunstancias adversas, pero lo que nos hace grandes es superarlas y seguir.
5º.- Observa el lado positivo de la situación. Todo error, toda circunstancia desfavorable siempre deja una lección importante. Los errores forman parte del aprendizaje, nos enseñan a conocernos, a mejorarnos y a extraer sabiduría para el presente y el futuro.
Deja de culparte por tu pasado. Date una nueva oportunidad. Eres merecedor de experimentar una vida plena y libre, tienes derecho a caerte y levantarte, a tomar decisiones equivocadas y aprender de ellas. Tus errores no te definen, lo hace la actitud que tomas ante ellos. Por eso, compréndete, perdónate, aprende y sigue adelante sin ese lastre de sufrimiento.


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