Todas las adolescentes, en uno u otro
momento, hacen cosas que no quieren contar a sus padres. Son acciones que van a
tener mucha importancia para sus vidas, pero cuya transcendencia las jóvenes
adolescentes todavía no pueden valorar. Harían mejor y se ahorrarían muchos
disgustos si fuesen francas con su madre, ésta les podría ayudar como nadie
puede hacerlo.
Ahí van unas cuantas cosas que las adolescentes suelen ocultar a sus madres (y, por supuesto, al padre). Añado un breve comentario
dirigido a las adolescentes, esperando les sea útil.
¿Qué cosas son
éstas?
A.- Conductas esporádicas
“Vomito después de cada comida”. Quieres
parecerte a las modelos de la moda, del cine o la televisión. Tú eres tú y
ellas son ellas; cada cual con su constitución física. Estar sana no es estar
esquelética. Cuídate, puedes caer en la anorexia.
“Ayer me emborraché”. Es algo frecuente
durante los fines de semana o los famosos y tristes botellones. ¡Qué
desagradable es ver borracha a una joven en la mejor edad de su vida! Perder la
consciencia voluntariamente es abdicar de tu dignidad. ¿Por qué? Espero que
seas de las que se divierten a tope sin necesidad de alcohol. Adolescencia y alcohol
“Hace
tiempo que fumo”. Los y las adolescentes empezáis a fumar por imitación,
ni siquiera os gusta, pero seguís fumando y creáis el hábito. Date cuenta de lo
peligroso que es el tabaco para tu salud.
“Ayer me fumé un porro”. Todos los
drogadictos hicieron esta ruta: tabaco, porro y droga. Si no quieres acabar en
el final de esa ruta, no la empieces, y si la has comenzado, párate. Observa a
los que han caído en el hoyo; no quieras caer tú también.
“Me voy a quedar a dormir en casa de una amiga”. Suele ser la mentira más común para disponer de una noche libre y
pasarla con quien sea. En caso necesario, la amiga la cubrirá. Sí, es cierto;
pero, la primera mentira no es más que el principio de una cadena. Pronto o
tarde, la cadena se romperá, bastará una simple llamada de tus padres a los de
tu amiga y quedarás descubierta. Por muy importante que sea para ti esa noche,
lo es mucho más gozar de la confianza de tus padres, pídeselo y no les engañes. Por si te interesa te recomiendo su lectura: Mi novio/a viene a dormir a mi casa.
“Hago novillos en el instituto”. ¿Quién no ha
hecho novillos alguna vez? Todos. Lo malo está en la frecuencia. Si descuidas tu
formación te condenas al fracaso escolar y a la falta de preparación para el
futuro laboral. No está la situación laboral para gente no preparada. Piensa en
tu futuro.
B.- Conductas de
índole sexual:
“He tenido relaciones íntimas”. ¿Con quién?
¿Con tu novio, con un compañero o con un adulto? ¿Lo has hecho voluntariamente
o a la fuerza? La situación es muy variable en cada caso. Tal vez te interese leer: Preguntas de adolescentes sobre sexualidad.
Escucha la voz de tu conciencia y aprende
para el futuro. Lo que te puedo asegurar es que ninguna joven sale perjudicada
cuando se domina ante el placer sexual.
“He tenido relaciones íntimas sin
protección”. Si tener relaciones íntimas es una decisión personal, tenerlas sin
protección es un riesgo de embarazo y de contraer alguna enfermedad de
transmisión sexual: sida, sífilis, gonorrea, etc.
“Estoy embarazada”. Mi enhorabuena si estás
preparada para ser madre, si el embarazo ha sido voluntario, si te sientes
feliz en tu nuevo estado y te apoyan el padre biológico y los tuyos propios.
Mi enhoramala si te falta cualquiera de estas
cosas. Te remito a: el embarazo en adolescentes.
“Me obliga a hacer cosas que no quiero”.
Cuando un novio obliga a una chica a
hacer cosas que ésta no quiere, está cometiendo un delito. Supongo que te
refieres a tener relaciones íntimas. Éstas deben ser, siempre, plenamente
voluntarias y consentidas, de lo contrario su nombre es violación, aunque te
las disfrace de “prueba de amor”. No seas cándida, el que ama de verdad, no lo
consigue por la fuerza.
“Quiero usar la píldora”. Si tan decidida
estás a tener relaciones íntimas, cuéntaselo a tu madre, ella te aconsejará lo
más conveniente para que no te conviertas en una madre adolescente.
“Alguien me envía fotos y mensajes de
contenido sexual”. Jovencita, ¡estás en un peligro muy serio! Díselo a tus
padres. Ellos verán si debéis denunciar el hecho a la policía por si te está
acosando algún pervertido sexual. No se te ocurra contestar a esos mensajes, si
lo haces puedes caer en una red pedófila.
Está de moda entre adolescentes enviarse
fotos y mensajes de alto contenido sexual. Es una moda que puede causar mucho
daño. Las que ahora son muy amigas y grandes confidentes, puede llegar un día en
que dejen de serlo, les ha pasado a muchas. Todo lo enviado a una amiga puede
convertirse en objeto de chantaje, si por cualquier motivo desaparece la amistad
de esa amiga. Lo correcto es no participar en tales envíos y no enviar nada con
lo que “alguien” te pueda chantajear. Sé celosa de tu intimidad. Sólo te pertenece a ti.
“Mi novio me ha dado una bofetada”. ¡Qué
malaje tiene tu novio! El que pega a una mujer no es digno de ella. Tu novio no
te quiere, sólo te usa. Lo mejor que puedes hacer es “enviarlo por correo
certificado a las antípodas”. ¡Hazlo ya!
Si no lo haces, tu novio se convertirá en un
maltratador y tú en su víctima. No lo consientas. No creas en su falso amor. No creas sus promesas fingidas, ni sus lágrimas de cocodrilo. No te merece. Tú vales más.
C.- Conductas psicológicas:
“Me odio”. No te puedo creer, jovencita. Lo
que te pasa es que no estás contenta contigo misma. Y esto, ¿por qué? ¿Será
porque no te sientes deseada por ese chico tan especial para ti? ¿Será porque
él no sabe ver el encanto de tus formas corporales? Tus imaginaciones y
fantasías narcisistas no se plasman en la realidad y te has encerrado en ti
misma de una forma totalmente pasiva. Date tiempo, la flor que hay en ti abrirá
sus pétalos y su perfume te hará ser otra y sentirte contenta y feliz.
“Me quiero suicidar”. Vamos, ¡qué disparate
tan grande! Estás en medio de tu noche oscura. Tus circunstancias te han
llevado al pesimismo y no encuentras salida, tal vez ni la quieres.
Tu desfondamiento de adolescente no te deja
ver la realidad. Por muy mala que ésta sea, siempre tiene una salida. A toda
noche le sigue un nuevo día, la tuya, no lo dudes, también acabará con la
aurora y el sol radiante en tu horizonte.
“Mi madre no se interesa por mí”. Eso es lo
que tú interpretas. Lo que suele suceder es que tu madre no sabe cómo hablar
contigo sin que tú te molestes. Una cosa debes tener muy clara: Nadie,
absolutamente nadie, te quiere como tu madre, aunque muchas veces no sabe cómo
demostrártelo.
“Me voy a fugar de casa”. Muchas adolescentes
lo hacen todos los días. La mayoría vuelven al cabo de unos días, otras son
encontradas por la policía al cabo de cierto tiempo y otras no vuelven nunca. Antes
de fugarte piensa muy detenidamente a qué grupo puedes pertenecer. Las que no
vuelven nunca, unas son encontradas muertas en cualquier parte, otras pasan a engrosar
las listas de desaparecidas. ¿Dónde pueden estar? ¿Muertas? ¿En cualquier
tugurio obligadas a prostituirse?
No añadas al dolor de tus padres por tu fuga
inconsciente de adolescente uno mucho mayor por una pérdida total. Ninguna
madre y ningún padre deberían pasar por esto.
Un recordatorio para la madre preocupada: No olvides
que la juventud necesita que se la guíe; es cierto que lo necesita, pero “con las riendas flojas”. Conviene
brindar a las adolescentes una supervisión moderadamente autoritaria, pero con
“válvulas de escape adecuadas a la edad”. No le restregues constantemente
por la nariz las imperfecciones, házIr a googleselas ver con afecto y ayúdale a
quitarlas. Intenta formarla para que sepa tomar sus propias decisiones; no se
las impongas, es mejor que ella las tome según su conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario