Las adolescentes embarazadas, además de
encontrarse en la misma situación que cualquier otra mujer embarazada, se
enfrentan a una mayor desprotección, mayores preocupaciones por su propia salud
y la del futuro hijo y la nueva situación socioeconómica.
El embarazo adolescente ha sido llamado el síndrome del fracaso o la puerta de entrada al ciclo de la pobreza. Irrumpe en la vida de las adolescentes cuando todavía no han culminado su madurez física y mental y en un medio familiar generalmente poco predispuesto para aceptarlo y protegerlo.
El embarazo adolescente ha sido llamado el síndrome del fracaso o la puerta de entrada al ciclo de la pobreza. Irrumpe en la vida de las adolescentes cuando todavía no han culminado su madurez física y mental y en un medio familiar generalmente poco predispuesto para aceptarlo y protegerlo.
Consideraciones
La percepción social del embarazo adolescente
varía de unas sociedades a otras tanto por razón de su cultura como de su
desarrollo.
La sociedad represiva solo acepta la relación
sexual con fines procreativos y dentro del matrimonio; las manifestaciones
sexuales son fuente de temor, de angustia y de culpa.
La sociedad restrictiva aconseja la castidad
prematrimonial, separa por sexos a niños y adolescentes, hipócritamente, juzga
severamente los deslices femeninos y disculpa los masculinos.
La sociedad permisiva practica la sexualidad
en todas sus manifestaciones, permite las relaciones sexuales entre
adolescentes y el sexo prematrimonial.
En los países desarrollados, por lo general,
el embarazo adolescente se produce fuera del matrimonio. Suele estar
relacionado con el bajo nivel educativo, la tasa de pobreza o la inestabilidad
familiar y social. Hace unas décadas era alto el estigma social soportado por
una madre soltera, más todavía si era adolescente, en la actualidad, la
percepción social ha variado notablemente, ahora la preocupación se centra en
el número de embarazos adolescentes.
En los países subdesarrollados o en vías de
desarrollo, el embarazo adolescente se da dentro del matrimonio, pues éste
suele efectuarse, precisamente, en la adolescencia y sin estigma social.
En estos países, las complicaciones del
embarazo y el parto son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes
de 15 a
19 años.
Según la organización Save the Children, cada
año nacen 13 millones de niños de mujeres menores de 20 años, 11,7 millones en
los países subdesarrollados y 1,3 millones en los desarrollados.
Causas del
embarazo en la adolescencia
En los países que propician el matrimonio a
edad temprana, éste es la causa fundamental de la alta tasa de embarazos adolescentes.
Donde el matrimonio de mujeres adolescentes
es poco frecuente, la causa de los embarazos adolescentes es la práctica de las
relaciones sexuales sin la protección de ningún método
anticonceptivo.
¿Por qué las adolescentes
tienen relaciones sexuales?
* Por carecer de una educación
sexual completa. No basta con la facilitada por los centros educativos, sino
que debe ser dada por los padres que son, por derecho y deber, los responsables
de la educación integral de sus hijos que incluya los campos de la moralidad, la
ginecología y la prevención. Los padres no deben sentir vergüenza ni temor para
hablar de estos temas con sus hijos e hijas, pues es la mejor forma de
prevenirlos y apoyarlos.
* Por presión social, de su pareja, del grupo
de amigas/os o de la sociedad que considera las relaciones sexuales entre
adolescentes como algo normal, sin tener en cuenta los muchos inconvenientes.
Cada año es más baja la edad de inicio de la actividad sexual. Contra más baja sea la edad de la embarazada mayor es el riesgo. La madurez física llega con la primera regla en la pubertad, pero la madurez psicosocial tiende a desplazarse a edades más avanzadas debido a que la adolescente debe prepararse para ser autosuficiente.
* Por el consumo de bebidas
alcohólicas y otras drogas que, por inhibición de la conducta, pueden estimular
la actividad sexual, que no desearía en estado de plena lucidez.
* Por ser objeto de una violación. Algunos embarazos de
adolescentes son productos de violación. Muchas de estas violaciones son
intrafamiliares (padre, padrastro, otos parientes y conocidos de la familia).
* Por el empuje del propio
despertar sexual. Inician las relaciones sexuales a muy temprana edad, con
chicos muy jóvenes, ambos con escolaridad deficiente y sin proyectos laborales de
futuro, buscando compensar sus carencias a través de sus fantasías sexuales.
¿Tiene tu hija
adolescente información completa de los métodos anticonceptivos?
Esta pregunta no debe escandalizar a los
padres sino hacerles pensar en su obligación de educar a sus hijos e hijas. Cuando un adolescente tiene intención de
iniciar si vida sexual, si sus padres no le han hablado de esto, intentará
recabar información en otros lados. A muchos adolescentes les da vergüenza
preguntar a sus padres cualquier cosa que afecte a la sexualidad. Educar es,
ante todo, poner al adolescente en situación de tomar sus propias decisiones
sobre la moralidad de sus posibles relaciones sexuales y los pros y contras si
deciden ponerlas en práctica.
En las adolescentes un 80 % de los embarazos
son embarazos no deseados, que se producen por no usar anticonceptivos o por su
uso incorrecto. Las adolescentes no deberían olvidar que el mejor anticonceptico es la abstinencia sexual.
¿Tiene tu hija
adolescente información completa de las infecciones de transmisión sexual?
Para huir de un peligro hay que conocer en
qué consiste. Es importante que todo adolescente tenga conocimiento de las
infecciones a que se expone si tiene relaciones sexuales sin protección: sida,
gonorrea, sífilis, etc., del modo de transmisión y de su tratamiento.
Se ha producido el
embarazo
El embarazo de una chica adolescente siempre
crea problemas médicos y psicosociales a la propia chica, a su pareja y a las
dos familias. Estos problemas deben ser resueltos, cuanto antes y del modo más
conveniente:
Problemas médicos. El embarazo en la adolescencia
puede traer serias consecuencias y complicaciones prenatales que hacen
imprescindible, desde el principio, la atención médica para llevar adelante el embarazo y evitar los
factores de riesgo del mismo: la anemia de la joven embarazada, las
enfermedades de transmisión sexual y, en caso positivo, proporcionar el
tratamiento oportuno.
Problemas
psicosociales.
* La joven soltera se enfrenta a
su nuevo rol, deberá cuidar su embarazo y, después del parto, hacerse cargo de
los cuidados y la atención de su bebé, a pesar de que ella todavía no ha
consolidado ni su desarrollo físico y psicológico ni su educación intelectual.
* La madre soltera se convierte en
una familia monoparental, su proyecto de vida se ve truncado, abandona los
estudios que casi nunca retoma después del nacimiento, generando desocupación y
muy difícil reinserción laboral por falta de capacitación. Hasta sufrirá todo
tipo de presiones por parte de su familia y de su entorno, a pesar de todo,
debe querer a su hijo, protegerle y cuidarle.
* Otras jóvenes, cuando el padre
biológico acepta su paternidad y responsabilidad, deciden formar un matrimonio.
Sin embargo y a pesar de la posible buena voluntad de ambos, es muy probable
que dicho matrimonio no perdure por tener que enfrentarse a situaciones
inesperadas, no ser capaces de llevar una vida de pareja independiente en lo
económico, no estar suficientemente maduros para el matrimonio, ni preparados
para recibir un hijo y mucho menos para cuidarlo.
* El engendrado debe ser fruto
del amor entre sus progenitores adolescentes; aún en el caso de un embarazo no
deseado, no puede ser considerado como un intruso culpable, si existe alguna
culpa o imprudencia sólo se puede aplicar a los que lo han engendrado.
* Algunas adolescentes optan por
el aborto provocado, a veces, clandestino con peligro de sus vidas. Es la opción
preferida en los estratos medio y alto de la sociedad. En los estratos
inferiores suelen optar por tener el hijo. El aborto provocado es un problema social, consecuencia generalmente de un embarazo no deseado.
Actitud de la
adolescente embarazada
El embarazo adolescente no suele ser
planificado, llega sin pretenderlo. La actitud que tomará la adolescente
depende mucho de su historia personal, del contexto familiar y de la etapa de
la adolescencia en que se encuentre.
La púber
embarazada es
una niña que no tiene establecida plenamente su identidad de género y va camino
de ser madre. Se preocupa más por sus propias necesidades que por las del
embarazo, la maternidad le provoca depresión y aislamiento, no hay lugar para el padre, le aterrorizan los dolores del parto, se vuelve muy dependiente de su
madre, no identifica a su hijo como un ser independiente de ella y no asume su
crianza, dejándola a cargo de los abuelos.
La adolescente
embarazada, ya
en posesión de su identidad de género, relaciona el embarazo con la expresión
del erotismo, exhibe su abdomen que le hace sentirse posesiva del feto y le
afirma en su independencia de los padres. Tiene una actitud ambivalente de culpa y orgullo.Teme los dolores del parto y le
preocupa la salud de su hijo por lo que trata de cuidarse. Le importa mucho la
actitud y presencia del padre biológico, buscando su afecto y compromiso como compañero; si éste la abandona, buscará otra
pareja.
Con buen apoya familiar, puede desempeñar perfectamente
el rol maternal.
Apoyo a la
adolescente embarazada
Se debe facilitar el apoyo en muy diversas
facetas:
* Con el apoyo de su familia, la
adolescente deberá considerar las diversas opciones que se le presentan: criar
a su hijo, darlo en adopción o abortar. Es una decisión muy importante para
ella y para su hijo que marcará para siempre sus vidas.
* En cualquiera de los casos,
necesita la ayuda familiar para reintegrarse en la educación obligatoria, para
criar y educar a su hijo y para enfrentarse a la nueva situación.
* Debe recibir la asistencia
especializada que garantice un buen embarazo, la salud de la gestante y el nacimiento
de un bebé sano. El especialista le informará de los riesgos del tabaco, el
alcohol y las drogas, ayudándola a dejar estos hábitos, si los tienen, o a no
contraerlos.
* En todos los casos y
situaciones, la adolescente embarazada no debe ser abandonada a su suerte sino
que deberá ser arropada por la familia, de tal modo, que se sienta segura y
protegida.
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