Mi familia

miércoles, 27 de junio de 2012

73.- CONVIVENCIA: MATRIMONIAL, FAMILIAR Y SOCIAL



El ser humano es un animal social. Toda persona necesita interactuar con otras personas para su bienestar y salud física y mental.
Quiero tratar la convivencia en la pareja, en la familia y en la sociedad.


1.- CONVIVENCIA EN EL MATRIMONIO
Me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida.”
Todos los novios dicen estas palabras, llenos de alegría, el día de su boda. Pasada la luna de miel, llega la convivencia como pareja que, por desgracia, no siempre es tan placentera como ellos esperaban.
Se aman y disfrutan de su amor, pero, ante el menor conflicto, estallan y surge la pelea. “Vivimos en constante pelea, no puedo más, quiero separarme”, comentaba una joven esposa entre lágrimas.
Cinco puntos para solucionar los conflictos
Ser conscientes de que el conflicto es algo normal en todos los matrimonios; son dos personas que, coincidiendo en unas cosas, pueden tener diferente criterio en otras.
La diferencia de criterio debe llevar a DIALOGAR, con amor, sinceridad y empatía, sobre los dos puntos de vista y enfocándolo hacia la búsqueda de soluciones compartidas.
La empatía es ponerse en el lugar del otro, prestar atención a lo que nos quiere decir, huir de suposiciones, de juicios previos, de listas de reproches guardados.
En el diálogo no se trata de “ganar” o “perder”, de impornerse a ceder, sino de buscar soluciones compartidas.
La mejor solución a un conflicto es la que incremente el amor mútuo, no la que lo destruya.
Una pregunta que debería hacerse toda pareja: ¿Vale la pena destruir el amor por este conflicto?
5º Nunca transformar el diálogo en una PELEA llena de insultos y descalificaciones. En la pelea los dos salen perdiendo. Una palabra mal dicha es un arma tan destructiva que puede provocar que el amor se transforme en rencor, con gran deterioro de la relación.

2.- CONVIVENCIA FAMILIAR
Por “hogar” se suele entender la casa, el piso o el chalet donde vive la familia. Pero, aunque este “hogar” tiene su importancia, no es el fundamental. El verdadero “hogar” está en la convivencia con amor entre sus miembros. Con razón se puede decir: “Mi hogar está allí donde puedo querer y donde me siento querido, respetado y seguro”.

2.1.-La convivencia con amor
* Se manifiesta en la comunicación verbal y gestual (caricias, miradas, movimientos corporales y silencios), en la forma de tratarse, en la colaboración y ayuda que se prestan, en la gratitud y el perdón que se otorgan.
* Mantiene viva la conversación en familia. Los padres y abuelos relatan a los hijos las experiencias que ellos han tenido y el cúmulo de valores que han puesto en práctica, lo que produce en los hijos la alegría de la pertenencia y el afán de la imitación.
* Permite expresar y compartir los sentimientos, las emociones, los intereses y las preocupaciones con grandes satisfacciones para los miembros de la familia; permite corregir sin lastimar, generar confianza en sí mismos, aliento y motivación para el futuro; permite que cada miembro de la familia tenga la seguridad de que siempre encontrará en los otros cariño y respaldo.
* Respeta la personalidad de cada uno, sus opiniones y puntos de vista, lo que fortalece la autoestima y seguridad de los hijos.
El hogar donde se convive con amor es, para los padres y para los hijos, la mejor escuela para practicar y aprender con el ejemlo los valores humanos y religiosos.
Nadie puede olvidar que no existe la familia perfecta. Cada familia es diferente; pero, en todas, la convivencia familiar presenta pequeñas o grandes dificultades y retos.

2.2.- Retos de la convivencia familiar
* La buena comunicación es el reto más importante a lograr. Ya hablamos del “Diálogo” en el tema anterior, “Valores familiares”, e insistimos en que hay que aprender a dialogar. Sin comunicación no hay convivencia.
* Compartir lo que gusta y lo que disgusta. Los padres entre sí y con sus hijos, éstos con sus padres y con sus hermanos.
* El uso del tiempo de ocio. Lecturas apropiadas a cada edad, visitas a museos, excursiones al mar o a la montaña, visitas a los familiares, ver y comentar películas juntos, etc.etc.
* Cómo ver la televisión:
Ver juntos algunos programas y juzgarlos con sentido crítico. Hay programas muy buenos, los menos, y los hay malos y muy malos.
Evitar el exceso: Sentarse ante el televisor no puede sustituir a los tiempos de conversación en familia. Durante las comidas es recomendable que la televisión esté apagada.
Disminuir los riesgos: No todos los programas son aptos para todos. Los padres deben controlar lo que ven sus hijos pequeños y adolescentes. El mejor control es enseñarles a usar el sentido crítico.
* Limitar el uso de los videojuegos. Éstos deben ser usados durante un tiempo limitado, si se usan sin control, además de quitar tiempo para cosas de mayor utilidad, pueden convertirse en una adicción.

2.3.- La convivencia familiar, es un aprendizaje y ensayo para la vida.
En la familia, se aprenden los valores y los modos de ver la vida, se definen la personalidad y las aspiraciones, se forman los gustos y las maneras de entender a las personas y al mundo de fuera.
En la familia, todo debe contribuir a ayudar a los hijos en su crecimiento integral como personas para que aprendan las actitudes y conductas básicas de la convivencia y entiendan la problemática de un mundo al que se incorporarán en el futuro como adultos.

3.- CONVIVENCIA EN LA SOCIEDAD
Es la coexistencia pacífica y armoniosa de las personas dentro de la sociedad.

3.1.- Convivencia en la sociedad mundial
Toda la humanidad vive bajo un mismo cielo, todos compartimos el planeta Tierra y todos perseguimos llenar nuestras vidas de felicidad. ¡Ser feliz! Esa es la meta que con ahínco persigue el ser humano desde el inicio de los tiempos.

3.1.1.La convivencia en la esfera política
La realidad muestra que la meta para muchos millones de personas es inalcanzable.
En la historia de la Humanidad, los ricos en bienes materiales han ostentado siempre el poder y los pobres han sido esclavizados.
Todo valía si era útil para alcanzar el poder.
Hoy no se ha cambiado el rumbo. En diversas naciones han surgido los “jefes de la guerra” que, apoyados por dictadores sin escrúpulos, han sumido a sus gentes en la hambruna y en la miseria nacional.
Las compañías multinacionales y otros grupos de presión, con su inmenso poder económico, imponen sus reglas a los gobiernos de los países. ¡El dinero gobierna el mundo!
Se habla mucho de valores humanos. En la ONU se subscribe la Declaración de los Derechos Humanos y, con frecuencia, se discute si tal o cual país los incumple. En las altas esferas de la sociedad todo queda en palabras; pero, se impone la cruda realidad:
Se habla mucho de “valores” y de derechos humanos; pero, se practican muy poco.
Sin “valores” y sin derechos humanos no puede haber convivencia digna.

3.1.2.- La convivencia en la esfera religiosa
La sociedad actual ha puesto en valor a la persona y están muy generalizadas las libertades de culto y de conciencia.
El Islam, una de las religiones más importantes, no admite que sus miembros tengan estas libertades. Todo lo contrario.
La fe islámica debe ser practicada por todo buen musulmán y ninguno puede abandonarla, bajo pena de muerte.
El Islam considera infieles a los no musulmanes. Los grupos de fanáticos yihadistas hacen la “guerra santa” y cometen actos de terrorismo en nombre de Alá. ¡Qué disparate! ¡Matar en nombre de Dios!ª
Hoy,en los países civilizados, son inconcebibles las guerras de religión y perseguir a alguien por su fe. Hoy, se trata de lograr el mayor diálogo interreligioso posible para contribuir a la mejor convivencia social.

3.2.- Convivencia en la sociedad nacional
La joven democracia española soportó, desde sus inicios, los zarpazos del terrorismo separatista de Eta, que hoy han pasado a la historia.
La convivencia de la sociedad española está ahora perturbada por los líderes catalanes que intentan lograr la independencia del resto de España. Espero que no lo logren,….ya veremos.
Afecta mucho a la convivencia la actuación de los partidos políticos que miran más por sus propios intereses que por los de nación.
Con una tasa insufrible de paro, muchos corruptos entran en política para vivir a costa del erario público en vez de hacerlo para servir al bien común. La política, ¿es el arte de servir o de mentir? 


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