El
ser humano es un animal social. Toda persona necesita interactuar con
otras personas para su bienestar y salud física y mental.
Quiero
tratar la convivencia en la pareja, en la familia y en la sociedad.
1.-
CONVIVENCIA EN EL MATRIMONIO
“Me
entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y
en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y
amarte y respetarte todos los días de mi vida.”
Todos
los novios dicen estas palabras, llenos de alegría, el día de su
boda. Pasada la luna de miel, llega la convivencia como pareja que,
por desgracia, no siempre es tan placentera como ellos esperaban.
Se
aman y disfrutan de su amor, pero, ante el menor conflicto, estallan
y surge la pelea. “Vivimos en constante pelea, no puedo más,
quiero separarme”, comentaba una joven esposa entre lágrimas.
Cinco
puntos para solucionar los conflictos
1º
Ser conscientes de que el conflicto es algo normal en todos los
matrimonios; son dos personas que, coincidiendo en unas cosas, pueden
tener diferente criterio en otras.
2º
La diferencia de criterio debe llevar a DIALOGAR,
con amor, sinceridad y empatía, sobre los dos puntos de vista y
enfocándolo hacia la búsqueda de soluciones compartidas.
La
empatía es ponerse en el lugar del
otro, prestar atención a lo que nos quiere decir, huir de
suposiciones, de juicios previos, de listas de reproches guardados.
3º
En
el diálogo no se trata de “ganar” o “perder”, de impornerse
a ceder, sino de buscar soluciones compartidas.
4º
La mejor solución a un conflicto es la que incremente el amor mútuo,
no la
que lo destruya.
Una
pregunta que debería hacerse toda pareja: ¿Vale la pena destruir el
amor por este conflicto?
5º
Nunca transformar el diálogo en una PELEA
llena de insultos y descalificaciones. En la pelea los dos salen
perdiendo. Una palabra mal dicha es un arma tan destructiva que puede
provocar que el amor se transforme en rencor, con gran deterioro de
la relación.
2.-
CONVIVENCIA FAMILIAR
Por
“hogar” se suele entender la casa, el piso o el chalet donde vive
la familia. Pero, aunque este “hogar” tiene su importancia, no es
el fundamental. El verdadero “hogar”
está en la convivencia con amor entre sus miembros. Con razón se
puede decir: “Mi hogar está allí donde puedo querer y donde me
siento querido, respetado y seguro”.
2.1.-La
convivencia con amor
*
Se manifiesta
en la comunicación verbal y gestual (caricias, miradas, movimientos
corporales y silencios), en la forma de tratarse, en la colaboración
y ayuda que se prestan, en la gratitud y el perdón que se otorgan.
*
Mantiene viva
la conversación en familia. Los padres y abuelos relatan a los
hijos las experiencias que ellos han tenido y el cúmulo de valores
que han puesto en práctica, lo que produce en los hijos la alegría
de la pertenencia y el afán de la imitación.
*
Permite expresar y compartir los sentimientos, las emociones,
los intereses y las preocupaciones con grandes satisfacciones para
los miembros de la familia; permite
corregir sin lastimar, generar confianza en sí mismos, aliento y
motivación para el futuro; permite que
cada miembro de la familia tenga la seguridad de que siempre
encontrará en los otros cariño y respaldo.
*
Respeta la personalidad de cada uno, sus opiniones y puntos de
vista, lo que fortalece la autoestima y seguridad de los hijos.
El
hogar donde se convive con amor es, para los padres y para los hijos,
la mejor escuela para practicar y aprender con el ejemlo los valores
humanos y religiosos.
Nadie
puede olvidar que no
existe la familia perfecta. Cada familia es diferente; pero,
en todas, la convivencia familiar presenta pequeñas o grandes
dificultades y retos.
2.2.-
Retos de la convivencia familiar
*
La
buena comunicación
es el
reto más importante
a
lograr. Ya hablamos del
“Diálogo” en el tema anterior, “Valores
familiares”, e insistimos en que hay que aprender
a dialogar. Sin comunicación no hay convivencia.
*
Compartir lo que gusta y lo que
disgusta. Los padres entre sí y con sus hijos, éstos con sus padres
y con sus hermanos.
*
El uso del tiempo de ocio. Lecturas
apropiadas a cada edad, visitas a museos, excursiones al mar o a la
montaña, visitas a los familiares, ver y comentar películas juntos,
etc.etc.
*
Cómo ver la televisión:
Ver
juntos algunos programas y juzgarlos con
sentido crítico. Hay programas muy
buenos, los menos, y los hay malos y muy malos.
Evitar
el exceso: Sentarse ante el televisor no puede sustituir a los
tiempos de conversación en familia. Durante las comidas es
recomendable que la televisión esté apagada.
Disminuir
los riesgos: No todos los programas son aptos para todos. Los
padres deben controlar lo que ven sus hijos pequeños y adolescentes.
El mejor control es enseñarles a usar el sentido crítico.
*
Limitar el uso de los videojuegos.
Éstos deben ser usados durante un tiempo limitado, si se usan sin
control, además de quitar tiempo para cosas de mayor utilidad,
pueden convertirse en una adicción.
2.3.-
La convivencia familiar, es un aprendizaje y ensayo para la vida.
En
la familia, se aprenden los valores y los modos de ver la vida, se
definen la personalidad y las aspiraciones, se forman los gustos y
las maneras de entender a las personas y al mundo de fuera.
En
la familia, todo debe contribuir a ayudar a los hijos en su
crecimiento integral como personas para que aprendan las actitudes y
conductas básicas de la convivencia y entiendan la problemática de
un mundo al que se incorporarán en el futuro como adultos.
3.-
CONVIVENCIA EN LA SOCIEDAD
Es
la coexistencia pacífica y armoniosa de las personas dentro de la
sociedad.
3.1.-
Convivencia en la sociedad mundial
Toda
la humanidad vive bajo un mismo cielo, todos compartimos el planeta
Tierra y todos perseguimos llenar nuestras vidas de felicidad. ¡Ser
feliz! Esa es la meta que con ahínco persigue el ser humano
desde el inicio de los tiempos.
3.1.1.La
convivencia en la esfera política
La
realidad muestra que la meta para muchos millones de personas es
inalcanzable.
En
la historia de la Humanidad, los ricos en bienes materiales han
ostentado siempre el poder y los pobres han sido esclavizados.
Todo
valía si era útil para alcanzar el poder.
Hoy
no se ha cambiado el rumbo. En diversas naciones han surgido los
“jefes de la guerra” que, apoyados por dictadores sin escrúpulos,
han sumido a sus gentes en la hambruna y en la miseria nacional.
Las
compañías multinacionales y otros grupos de presión, con su
inmenso poder económico, imponen sus reglas a los gobiernos de los
países. ¡El dinero gobierna el mundo!
Se
habla mucho de valores humanos. En la ONU se subscribe la Declaración
de los Derechos Humanos y, con frecuencia, se discute si tal o cual
país los incumple. En las altas esferas de la sociedad todo queda en
palabras; pero, se impone la cruda realidad:
Se
habla mucho de “valores” y de derechos humanos; pero, se
practican muy poco.
Sin
“valores” y sin derechos humanos no puede haber convivencia
digna.
3.1.2.-
La convivencia en la esfera religiosa
La
sociedad actual ha puesto en valor a la persona y están muy
generalizadas las libertades de culto y de conciencia.
El
Islam, una de las religiones más importantes, no admite que sus
miembros tengan estas libertades. Todo lo contrario.
La
fe islámica debe ser practicada por todo buen musulmán y ninguno
puede abandonarla, bajo pena de muerte.
El
Islam considera infieles a los no musulmanes. Los grupos de
fanáticos yihadistas hacen la “guerra santa” y cometen actos de
terrorismo en nombre de Alá. ¡Qué disparate! ¡Matar en nombre de
Dios!ª
Hoy,en
los países civilizados, son inconcebibles las guerras de religión y
perseguir a alguien por su fe. Hoy, se trata de lograr el mayor
diálogo interreligioso posible para contribuir a la mejor
convivencia social.
3.2.-
Convivencia en la sociedad nacional
La
joven democracia española soportó, desde sus inicios, los zarpazos
del terrorismo separatista de Eta, que hoy han pasado a la historia.
La
convivencia de la sociedad española está ahora perturbada por los
líderes catalanes que intentan lograr la independencia del resto de
España. Espero que no lo logren,….ya veremos.
Afecta
mucho a la convivencia la actuación de los partidos políticos que
miran más por sus propios intereses que por los de nación.
Con
una tasa insufrible de paro, muchos corruptos entran en política
para vivir a costa del erario público en vez de hacerlo para servir
al bien común. La política, ¿es el arte de servir o de mentir?
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