La
palabra amor (en latín, amor,-oris) abarca una gran
cantidad de sentimientos diferentes basados en dos formas: La
concepción egoísta, relacionada con el cuerpo y el mundo
material y la concepción altruísta,
relacionada con el mundo espiritual, la compasión y la colaboración.
El
amor actúa como factor
importante de las relaciones
interpersonales. Los
antiguos griegos tenían cuatro palabras que recogían cuatro formas
del sentimiento del amor:
ἀγάπη
agápē, ἔρως érōs, φιλία philía y
στοργή storgē.
MANIFESTACIONES
DEL AMOR
1.-
Amor
a sí mismo:
Es un requisito para la autoestima y el desarrollo personal e
indispensable para las buenas relaciones interpersonales.
2.-
Amor
incondicional (ἀγάπη
agápē):
Es el amor altruista, que
se profesa sin esperar nada a cambio. Es el amor espiritual predicado
por diferentes religiones. Suele
nacer de la educación recibida desde la infancia, y se basa en la
fe. Se considera a Dios como la fuente de todo amor.
El amor-agapé supera el egoísmo, no se busca a sí mismo, sino que, una vez que ha descubierto al otro, se ocupa del otro y se preocupa por el otro, aunque eso conlleve renuncias y sacrificios.
Este amor-agapé abarca a toda la persona, en su cuerpo y en su espíritu, con una cota de nobleza de la que carece el amor puramente físico o corporal.
3.- Amor familiar (στοργή, storgē): El amor-storgé se desarrolla principalmente entre los miembros de la familia. Los lazos de sangre, origen de este amor-storgé, llevan a los miembros de la familia a la práctica de una serie de valores familiares: la entrega, la gratuidad, la comunicación, la solidaridad, etc., etc. El amor familiar abarca dos formas:
El amor-agapé supera el egoísmo, no se busca a sí mismo, sino que, una vez que ha descubierto al otro, se ocupa del otro y se preocupa por el otro, aunque eso conlleve renuncias y sacrificios.
Este amor-agapé abarca a toda la persona, en su cuerpo y en su espíritu, con una cota de nobleza de la que carece el amor puramente físico o corporal.
3.- Amor familiar (στοργή, storgē): El amor-storgé se desarrolla principalmente entre los miembros de la familia. Los lazos de sangre, origen de este amor-storgé, llevan a los miembros de la familia a la práctica de una serie de valores familiares: la entrega, la gratuidad, la comunicación, la solidaridad, etc., etc. El amor familiar abarca dos formas:
Filial
que se da entre padres e
hijos y viceversa
(y, por extension, entre descendientes y ascendientes). En el AT, el
Libro de Rut es un cántico al amor entre Rut y su suegra Noemí.
Fraternal:
El que se da entre hermanos;
puede extenderse a otros parientes, excepto a los padres y
descendientes. Nace del sentimiento de gratitud y reconocimiento de
la familia y se manifiesta en la convivencia, la colaboración y la
pertenencia.
En
el NT, en Juan 11,1-44, se expone el amor profundo que existía entre
Lázaro y sus hermanas, Marta y María.
4.-
Amor
de amistad: Los
antiguos griegos llamaron φιλία
philía
al sentimiento
propio de la amistad.
En
el AT, vemos el amor-amistad existente entre David y Jonatán (1
Samuel 18,1-4); que se robusteció en la adversidad (capítulos 19 y
29 del libro 1 Samuel) y duró hasta la muerte; David cantó en la
elegía por Jonatán: “Angustiado estoy por tí, Jonatán,
hermano mio carísimo. Tu amor era dulcísimo para mí, más que el
amor de las mujeres” (2Sa
1,26).
En
el NT, el mismo Jesús es protagonista de este amor-amistad: Lázaro
está enfermo y sus “hermanas enviaron a decirle: Señor,
el que amas está enfermo” (Jn
11,3). Llama “amigos” a sus discípulos y comparte con ellos los
secretos de su Padre (Jn 15,15). El apóstol Juan, amigo fiel hasta
la cruz, es “el discípulo a quien amaba Jesús” (Jn
13,23).
6.-
Amor
romántico: Se
funda en la expectativa de que un ser humano complete
a uno y le colme de
satisfacción y felicidad. Suele idealizar a la persona que ha de
llenar la expectativa.
7.-
Amor
confluente:
Amor entre dos
personas capaces de
establecer relaciones de pareja. No tiene por qué ser único, ni
para siempre, ni incondicional. Cada
persona es completa en sí
misma. Pretende la igualdad de la mujer y el hombre en las relaciones
de poder y en cuanto al dar y recibir emocional. Da mucha importancia
a la satisfacción sexual. La monogamia pasa a ser un acuerdo
interno de la pareja que puede admitir la relación abierta. La
heteosexualidad deja de ser
conducta única. El
matrimonio (legal o religioso) no es el objetivo ni la forma de
legitimar la relación.
8.-
Amor
erótico
(ἔρως
érōs):
Es la unión del amor romántico y
el amor confluente. El amor-eros aparece al principio de la relación de pareja.
La mitología griega consideraba el eros como un arrebato, una "locura divina" que hace estremecerse al hombre y le conduce a un alto grado de dicha. Eros representa el amor erótico, la pasión, el deseo y la atracción sexual. Es un amor que, idealizado, puede ser muy profundo por el ímpetu de la pasión y el deseo carnal.
El eros, en al campo de las religiones, se reflejó en el culto a la fertilidad y a la práctica de la prostitución "sagrada" que se ejercía en muchos templos, como forma de comunión con la divinidad.
El Antiguo Testamento (AT) combatió la perversión de la prostitución "sagrada" de los gentiles que diviniza falsamente al eros, lo deshumaniza y lo priva de su verdadera dignidad divina, el amor que Dios pone en los corazones.
Las prostitutas de los templos paganos no eran tratadas como personas sino como instrumentos para suscitar la "locura divina"; no eran diosas, sino mujeres abusadas.
La mitología griega consideraba el eros como un arrebato, una "locura divina" que hace estremecerse al hombre y le conduce a un alto grado de dicha. Eros representa el amor erótico, la pasión, el deseo y la atracción sexual. Es un amor que, idealizado, puede ser muy profundo por el ímpetu de la pasión y el deseo carnal.
El eros, en al campo de las religiones, se reflejó en el culto a la fertilidad y a la práctica de la prostitución "sagrada" que se ejercía en muchos templos, como forma de comunión con la divinidad.
El Antiguo Testamento (AT) combatió la perversión de la prostitución "sagrada" de los gentiles que diviniza falsamente al eros, lo deshumaniza y lo priva de su verdadera dignidad divina, el amor que Dios pone en los corazones.
Las prostitutas de los templos paganos no eran tratadas como personas sino como instrumentos para suscitar la "locura divina"; no eran diosas, sino mujeres abusadas.
El AT usa dos veces la palabra eros: en Gen 24,67: “Isaac tomó a Rebeca por mujer y la
amó” y en Gen 29,18: “Amaba
Jacob a Raquel y dijo a Labán (el padre de Raquel) “ Te serviré
siete años por Raquel”.
El Nuevo Testamento no emplea nunca la palabras eros.
9.- Amor
platónico: Vulgarmente
se conoce así a una forma de amor carente del elemento sexual o que
éste se da solo en la imaginación.
Los
símbolos del amor
Las
flores, el color rojo, ciertos perfumes o la música romántica son
símbolos universales del amor. Los más característicos de la
cultura occidental son la figura de Cupido y el símbolo del corazón.
1.- La
figura de Cupido
La
forma más común de Cupido es la de putto, palabra italiana que significa niño con
alas y angelote; putto procede de la palabra latina putus,
“niño”. Se le suele
representar con los ojos vendados, un arco y unas flechas para
disparar sobre las personas y producirlas el enamoramiento.
En
la mitología griega toma el nombre de Eros, dios responsable de la
atracción sexual, el amor y el sexo.
2.- El
corazón
El
origen del símbolo del
corazón es
incierto.
2.1.-En la India, China y Japón, hace varios milenios, apareció el concepto “chakras”, como centros de la energía vital; el centro que se encuentra a la altura del corazón se manifiesta en forma de amor y compasión.
2.2.-Los antiguos filósofos, entre ellos Aristóteles, creían que el corazón es el órgano contenedor de todas las pasiones. El dibujo del corazón es un símbolo que goza de gran popularidad y puede encontrarse en los ámbitos más diversos.
2.1.-En la India, China y Japón, hace varios milenios, apareció el concepto “chakras”, como centros de la energía vital; el centro que se encuentra a la altura del corazón se manifiesta en forma de amor y compasión.
2.2.-Los antiguos filósofos, entre ellos Aristóteles, creían que el corazón es el órgano contenedor de todas las pasiones. El dibujo del corazón es un símbolo que goza de gran popularidad y puede encontrarse en los ámbitos más diversos.
2.3.-En
la Iglesia católica
apareció
el símbolo del corazón tras las apariciones de Jesús a Santa
Margarita Mª de Alacoque en Paray le Monial, en 1675. Desde
entonces proliferan en todo el mundo católico las imágenes del
Sagrado Corazón de Jesús con un corazón en el pecho.
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